La primera cámara 4K fue presentada el 2003 por una marca poco conocida, Dalsa, que no tuvo gran impacto comercial, la Dalsa Origin, cuya venta se inicio el 2006, fue usada más por entusiastas que por grandes estudios o directores y no marcó época en el desarrollo de las cámaras de cine profesionales a pesar de las grandes ventajas técnicas sobre sus otros competidores digitales. Pero su aparición demostró las capacidades del cine digital y todo el potencial que poseía.
No fue hasta que el 2006 la marca Red Digital Cinema sacó su primera cámara 4K capaz de grabar en formato RAW que todo cambió en la industria del cine. La RED One con sensor Mysterium 4K deslumbró en la industria. Desde directores de fotografía, coloristas, especialistas en efectos especiales, etc. todos quedaron maravillados con las capacidades que el cine digital les ofrecía.
Peter Jackson hizo una prueba con dos cámaras RED One en un corto de 12 minutos, "Crossing the line", que al verlo, el director Steven Soderbergh, se convenció de usar el formato digital. Y ahí comenzó la verdadera revolución.
Hoy, a excepción de unos cuantos directores amantes del celuloide (entre los que figuran Spielberg, Nolan o Tarantino) , la industria está dominada por las cámaras digitales, que evolucionan en cuanto a su resolución (hoy ya el 8K es casi un estándar) y la profundidad de bits. La gran ventaja es que el cine se ha "democratizado", ahora es mucho más barato hacerlo: no hay que sumar los costos del film (el rollo de película), ni del revelado y los tiempos de edición y colorización son mucho más cortos.
El hecho de ver lo que se está grabando y poder ver la escena y descartar errores también permite que mucha gente aún sin tanta experiencia pueda lograr muy buenos resultados.
La evolución de las cámaras digitales revolucionó el cine para siempre.